Un año sin la presencia de Fabio Andrés
HOY, 17 de julio de 2.024, recordamos y conmemoramos la temprana muerte de nuestro hijo FABIO ANDRÉS.
Este inesperado y doloroso momento nos llegó sin estar preparados para ello y sin quererlo; nos tocó aprender a vivir y procesar ese duro momento de nuestras vidas.
Gracias a que alguien nos referenció la magnífica labor de la FUNDACIÓN LAZOS, hemos acudido a esta familia de ayuda mutua, a esta familia que tiene verdaderamente GENTE MEDICINA: gente que con sus abrazos y corazones nos acoge y tranquiliza nuestras angustias y penas; dando sosiego y esperanza en esta dura etapa.
“GENTE QUE TRAE VENDAS QUE LE SOBRARON DE SU PROPIA TRAGEDIA Y NOS LAS PONE EN NUESTRAS HERIDAS”; como escribió tan poéticamente Lalo Yaha.
Todo esto para que, en nuestro proceso de duelo, entendamos que ya no podemos cambiar lo que pasó; que nuestro hijo murió; pero no por eso debemos echarnos a la muerte también, o desfallecer en nuestra tarea de seguir siendo mujeres y hombres que tenemos mucho por seguir dando a nosotros mismos, al resto de nuestra familia y a otros que puedan necesitarnos; en últimas, tenemos la gran oportunidad de dar un nuevo sentido a nuestras vidas, haciendo que el dolor por la muerte de Fabio Andrés nos ayude a trascender en medio de nuestros cercanos; para otras y otros.
Estamos entendiendo que nuestro hijo murió para TRASCENDER, es decir para transformar su vida y las nuestras; porque así como una crisálida se transforma en una mariposa que vuela para polinizar, aportando a la germinación de flores y producción de frutos y semillas; él nos dejó todos sus recuerdos, sus vivencias para que las aprendiéramos y las tomáramos como impulso para seguir adelante, viviendo con la alegría y esperanza que Andrés quisiera que nosotros mantuviéramos en nuestras vidas.
Este mensaje lo queremos ilustrar a través del siguiente poema.
. . . el aleteo de las alas de una mariposa puede sentirse al otro lado del mundo”
De Álvaro Miranda
“Tu despedida, fue sentida en todo el universo, el azul se hizo más intenso y las hojas de los árboles se movieron con un verde que llenó la tierra con sueños de esperanza. Ese temblor de tu partida perdura como un susurro en nuestros corazones. Nuestras almas se han hecho más transparentes y solo Dios, que todo lo ve y lo escucha, nos ha permitido entender que tu adiós sigue aquí entre nosotros, con toda la fuerza que dejan las alas de una mariposa sobre la caída del agua, la salida del sol, el resplandor de las estrellas o el renacer de una llama que arde en medio de la noche eterna.
Con un temblor de música, con un brillar de brisa entre los caminos, sabemos que estás de guardián de todos nuestros deseos, de sombra piadosa bajo los rayos del sol cuando arde en sus horas más calurosas, de frescura para la sed de la vida, de abrigo para cuando el desamparo se detiene frente a nosotros.
Que como la mariposa, que bate con sus alas las brisas y con ellas, vaya la luz de nuestro Fabio Andrés a todos los lugares del universo.”
La superación por la muerte de nuestro hijo Fabio Andrés no es cuando nos deje de doler; sino cuando aún en dolor, decidimos seguir adelante.. . . NUNCA SE VAN DEL ALMA LOS QUE HICIERON MAGIA EN NUESTRAS VIDAS.
Nos reconoceremos FUERTES porque es algo que costó una vida.
Gracias y mil abrazos de solidaridad, compasión y amor a toda la Familia LAZOS.
Clemencia y Fabio