Patricia Montañez, mamá de Juan Camilo. escribe tres cartas: A la muerte, al amor, al tiempo.

CARTA A LA MUERTE

Te escribo hoy con el corazón lleno de emociones encontradas, durante mucho tiempo te temí.

Tu presencia en mi vida me parecía una sombra asustadora y distante, pero la vida me ha enseñado lecciones que nunca imaginé. Un dolor indescriptible me obligó a enfrentar y comprender tu verdadera naturaleza.

En mi duelo he descubierto un respeto profundo por tí y una comprensión que antes me era esquiva.

Ahora veo que no eres simplemente un final, sino una transformación; saber por señales que mi hijo ha encontrado su lugar en un estado de felicidad me ha ayudado a entender que no estás aquí para causarnos sufrimiento, sino para guiarnos hacia un descanso y una paz que solo tú puedes ofrecer.

Te he aprendido a ver no como una enemiga, sino como una parte sagrada del viaje de la vida. Me has mostrado que mi hijo está en un lugar lleno de luz y serenidad y que, aunque su ausencia me duele, su esencia sigue viva en un estado de felicidad pura.

Desde ahora te miro con nuevos ojos, con un respeto que antes no conocía. Sé que siempre estarás conmigo de una forma u otra y que tu presencia, es un recordatorio de que la vija es preciosa y pasajera. 

Patricia Montañez Trujillo – Mamá de Juan Camilo Garnica Montañez

 

CARTA AL AMOR

Hoy me siento inspirada para escribirte, a tí que eres la luz que ilumina incluso los rincones más oscuros de mi existencia. En un momento de mi vida donde el dolor parecía insuperable has demostrado ser una fuerza constante y poderosa.

La pérdida de mi hijo ha dejado un vacío inmenso en mi corazón, un hueco que la tristeza intenta llenar; sin embargo en medio de esta dolorosa ausencia, he encontrado que tu presencia es más fuerte y más palpable que nunca. El amor que siento no se ha desvanecido, al contrario, se ha convertido en un soporte importante en mi vida.

Aunque el dolor de la pérdida sigue presente, el amor me mantiene en pie, mi esposo, mi hijo y tanto, mi familia paterna, como mi familia política me recuerdan constantemente que, a pesar de la ausencia, el amor sigue siendo un pilar firme en mi vida. Ellos me brindan el consuelo y la fuerza necesarias para seguir adelante y su apoyo se manifiesta en cada gesto de cariño que he recibido.

Este amor me da tranquilidad de conciencia y esperanza, permitiéndome vivir un día a la vez. Me ayuda a sanar, a encontrar la belleza en los pequeños momentos y a mantener la fe en la vida, incluso cuando el camino parece incierto.

El amor es, sin duda, la esencia de la vida. Me ha demostrado que, a pesar de la adversidad, hay luz y belleza por descubrir. Me hace recordar que cada día es un regalo.

Patricia Montañez Trujillo – Mamá de Juan Camilo Garnica Montañez

 

CARTA AL TIEMPO

Hoy me dirijo a tí con un corazón cargado de emociones complejas y agridulces. Tu paso ha sido para mí un enigma y una fuente de sentimientos encontrados, especialmente desde la pérdida de mi Juanquita.

Cuando él se fue, el tiempo parecía pasar lentamente, como si cada segundo fuera una eternidad. Cada día se sentía interminable y mi dolor era tan agudo, que me parecía que había pasado solo un instante desde su partida. La sensación de que el tiempo se había detenido en mi dolor era abrumador.

Pero el tiempo sigue su curso, ahora los días pasan con una velocidad que me sorprende y me duele. Cada amanecer me recuerda que Juanquita ya no está aquí con nosotros. Este recordatorio constante me genera rabia profunda, molestia y mucha nostalgia, porque el tiempo en su avance, me está recordando un verdad que me resulta difícil de aceptar: la ausencia de mi hijo.

Siento una mezcla de furia y tristeza, es una emoción que a veces parece demasiado pesada para sobrellevar.

Sin embargo, a pesar de estos sentimientos intensos, no he llegado a odiarte tiempo. Entiendo eres un componente esencial de la vida y siento que me llevas en medio del dolor, pero, también eres parte del proceso de sanación.

Estoy trabajando para aceptar y comprender tus lecciones para encontrar maneras de seguir adelante y sanar; en este viaje de duelo y recuperación, me esfuerzo por encontrar un equilibrio entre el dolor y la esperanza, entre la rabia y el deseo de sanar.

Espero que con el tiempo logre encontrar un sentido de paz y de aceptación.

Patricia Montañez Trujillo – Mamá de Juan Camilo Garnica Montañez